jueves, 26 de septiembre de 2013

El debutante Konstantatos muestra la vitalidad del cine griego con "Luton"

Teatro, Cine & Televisión


Lo mejor que le puede pasar a un director de cine debutante como Michalis Konstantatos es que su película compita en el Festival de Cine de San Sebastián, aún cuando reciba aplausos y abucheos al cincuenta por ciento, porque, dice el griego en una entrevista con Efe, "está viva y es real".

"Luton" cuenta la historia de tres personajes que no tendrían ni que haberse conocido y que, sin embargo, forman una hermandad de violencia nocturna que les lleva a cometer atrocidades por las calles de Atenas solo para sentirse con vida.

Son Jimmy, un estudiante de instituto de clase adinerada; Mary, una abogada en prácticas en la treintena, y Makis, un padre de familia de 50 años, propietario de un pequeño comercio.

Tres personas diferentes, sin relación entre ellas, con unas vidas insatisfactorias e infelices y que "no saben tomar las riendas de lo que les pasa, por lo que buscan una salida al aburrimiento por otro lado", apunta el director.

Aburrimiento y monotonía que el realizador cuenta con planos estáticos y largas tomas secuencia sin un respiro, de hasta diez minutos cámara al hombro, como si el espectador se metiera en la piel de los personajes. Hasta que entra en acción la ira.

Entonces, los planos son frenéticos y tan descarnados y sumamente descriptivos que más parecen un bofetón que una película. Porque lo que se está viendo, explica Konstantatos, es "gente normal y corriente, un reflejo de la realidad", dice.

"Lo peor -dice a Efe tras conceder que la crítica política está detrás de todos los planos de la cinta- es que lo hicimos mucho antes de que se hicieran tan célebres los miembros de Amanecer Dorado", el partido ultraderechista griego que aboga por la violencia, la xenofobia y el racismo.

Hace ya años, explica Konstantatos, que gente normal y corriente se lanzó a la calle desesperada y empezó a protagonizar los mencionados sucesos.

El joven director rechaza que exista una "moda" griega de hacer cine y no ve similitudes entre su forma de rodar y la de Aléxandros Avranás, ganador del León de Plata en el último Festival de Venecia con "Miss Violence", o con "Alps", de Yorgos Lanthimos.

"Yo me diferencio precisamente porque hablo de hechos reales", considera.

"Luton", resume, "es una película que habla de nosotros, de las cosas que nos incomodan, de las falsas ilusiones, de lo poco inocentes que son algunos comportamientos cotidianos; de lo extrañas que pueden ser algunas decisiones, de las cosas sin explicación".

Y comprende que muchos aplaudan y otros silben o se vayan del cine -entre sus escenas, una paliza a una anciana que va a tirar la basura, una violación múltiple a un travesti y el prender fuego a un inmigrante dormido entre cartones-. Puede que te guste, que te sorprenda, que te resulte molesta o que te enamores de ella".

Konstantatos es sociólogo y arquitecto, además de licenciado en Dirección Cinematográfica, y tiene 36 años; compite en San Sebastián en la sección de Nuevos Directores y por el Premio de la Juventud.

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