martes, 16 de julio de 2013

Desde el sillón

Por: Mónica Berman


Ficha técnica: Desde el sillón / Libro y dirección: Emmanuel De Martino / Intérprete:Gabriela Bevacqua / Dirección musical: Martín Mazzón / Vestuario y escenografía: Sofía Rodríguez / Sala : Velma Café / Funciones: martes, a las 21 / Duración: 60 minutos /Nuestra opinión: buena.
El punto de partida parece ser un sillón y algún interrogante con respecto a la muerte, o tal vez, a su plataforma de largada: la vida. Todos sabemos cómo funcionan los discursos que acompañan a otros discursos, arman un camino para orientarnos, en principio, sin demasiada posibilidad de desvío. Una frase funciona como disparadora: "Si me muriera mañana, ¿hice todo lo que quería hacer?". Una vecina, con la que no ha tenido una especial relación, fallece y despierta la pregunta de Ana. Pregunta-excusa, podría decirse, para detenerse en un día de su vida e interrogarse sobre lo que está haciendo con ella. Pregunta que, por supuesto, tiene múltiples respuestas o ninguna, pero cuyo objetivo principal es dejar a Ana casi atornillada al sillón desde el cual buscará indagar en ese cuestionamiento existencial. Y a partir de allí, los pensamientos dispararán canciones y serán el lanzamiento del musical que es.
La propuesta es un unipersonal de Gabriela Bevaqua. Que ella esté en el escenario es indicio de garantía, no sólo para aquel que la vio en Mamma m !, sino también en Sádica ¿Quién rompe el silencio? Burlesque al cubo Calígula , entre otras. Sola en escena y desde un sillón, tal como anticipa el título, parece un lindo desafío. Es cierto que eso de "sola" es relativo, porque está rodeada (literalmente) de músicos. Los roles de dramaturgo y director recaen en la misma persona, Emmanuel De Martino, pero su trabajo no es parejo. Como dramaturgo hay ciertos hilos que quedan sueltos y sus recorridos son poco verosímiles, incluso para el género. Sin embargo, su trabajo de dirección (hay que recordar que son escasos los elementos con los que cuenta su personaje) aprovecha bien los recursos de la escena construida. Los objetos cobran protagonismo y van transformándose de una cosa en otra: una lámpara al costado del sillón será observada, manipulada, devenida micrófono, recuperará sus rasgos originales al "quemarle" la mano a Ana. 
Como el personaje está solo en escena, la interacción con su entorno y la animización o personificación de aquello que lo rodea, de acuerdo con el caso, enriquece el trabajo escénico para alejarlo del universo del recital y plantarlo en el mundo de lo teatral, mientras se interpretan canciones de Depeche Mode, The Beatles, Queen, David Bowie, Freddie Mercury, Amy Winehouse, Norah Jones, Alanis Morissette y algunas más. Siempre desde el sillón: sobre, detrás, a su lado.

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