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Las musas tienen que estar felices. Ocho unipersonales dedicados a transmitir la voz de varios poetas coinciden en cartelera. Para contarle a la nacion este viaje particular, se sentaron todos en una misma mesa a compartir experiencias y explicar lo que los llevó a hacer de "médiums" de las almas y pensamientos de esos personajes tan intensos.
Cada uno dio su versión particular sobre la razón que los impulso a preparar cada unipersonal.
Fabiana Rey trabaja a Atahualpa Yupanqui en Atahualpa: El rito del silencio, para ella escenificar la poesía es apasionante: "Yo trabajo esto hace mucho, la poesía es un lugar donde yo encuentro libertad para abordar esa metáfora que me dispara una asociación de imágenes que luego como actriz tengo necesidad de llevarla a escena. Selecciono al poeta a partir de lo bueno que me sucede con su poesía y cuando tengo un abanico de poemas que tienen una estructura, empiezo a pensar en lo que los une, como una especie de juego. No es una cosa de ponerme en un lugar racional, intelectual, esa fusión es lo que yo después utilizo para llevar a escena".
Otra que lleva mucho tiempo estudiando a una escritora es Stella Maris Closas que, con La muñeca en su jaula, aborda Alejandra Pizarnik. "En mi caso, la elección de la obra de la poeta la hizo Ezequiel Ludueña, quien hace la dramaturgia y dirige la obra. Esto hace mucho que lo venimos trabajando, él me sugiere y yo lo apruebo, lo hacemos de una forma muy compenetrada."
No he dicho, con María Marta Guitart, habla sobre la poesía de Alfonsina Storni, su protagonista contó cómo llego hasta esta artista en particular: "En 2010, la Casa Nacional del Bicentenario me pidió que hiciera algo con Alfonsina. Me sumergí en su obra y me atravesó. Descubrí el valor que tiene el pensamiento de la poeta, yo me convierto en un canal. La interpretación es la continuidad de la creación, y los poetas son los que están allí. No trabajo al personaje para parecerme a Alfonsina, ella aparece sin querer, pero por sus poemas, por su obra".
Por un deseo conjunto con el director Mariano Dossena, el protagonista de Poeta en Nueva York, Gustavo Pardi decidió trabajar la poética de Federico García Lorca. "Queríamos trabajar algo de Lorca y pensamos en lo menos transitado de él. Tratamos de escenificar los poemas y contar una historia hasta que nos dimos cuenta de que eso no servía para nada, allí empezó una etapa más interesante: la palabra, para ponerla en primer plano y transmitirla al público. Nos dimos cuenta de que estábamos muy protegidos por Lorca. Es la primera vez que hago un unipersonal y la primera vez que hago poesía. Creo que será un viaje que no tendrá fin, es un vicio."
Para el poeta Fernando Noy, ésta ha sido su vida. Actualmente está presentando Violeta secreta. "En este caso particular, acompaño a una compositora, Cecilia Zabala, que acaba de grabar una maravilla, encontrada por casualidad en un archivo de León Gieco. Recito unas décimas de los poemas de Violeta Parra. El espectáculo termina siendo una especie de celebración de la vida de la creadora. Son increíbles los gestos y situaciones que cada poema va narrando, es una autobiografía escrita en poemas. La selección se hizo meticulosamente, desde la niñez hasta el final. El hilo conductor es su propia vida, su propio devenir, tiene momentos muy simpáticos y momentos terribles. El tránsito por lo poético me permite mostrar las constelaciones que hay en mi vida."
"Marosa Di Giorgio me conmueve de siempre", cuenta Vanesa Maja, quien presenta Rosa Brillando. "Cuando me convocó la Casa Nacional del Bicentenario, llamé a Juan Parodi, e hicimos una selección, armamos una especie de dramaturgia de toda su obra, que siempre aborda lo mismo: lo erótico, la naturaleza. Yo trabajo con música, y decidimos incorporarla para intentar quitarle la solemnidad a lo poético, apelando a los sentidos. Allí apareció el retroproyector y lo tomamos como un bastión para indagar en todo lo pictórico, el espectáculo apunta a todos los sentidos. Hace cuatro años que lo hago y soy muy feliz, siento que Marosa la visita cada función."
Para Malala González, Dirán que fue la noche es su primer unipersonal. "Alfredo Martín y Gustavo Twardy me convocaron para que presentara una selección de poemas que tenían que ver con la noche, con el insomnio y generaron un collage de diferentes poetas rioplatenses. Yo intervine viendo cuál era la acción dramática que nos podía estar planteando cada poema. Lo que nos interesaba era generar diferentes climas, donde compartieran espacios la actuación, la palabra, y que todo eso pudiera ser entendido por el espectador escuchando ese poema así fuese por primera vez."
Dirigido por Maru Cesanelli, Francisco Pesqueira actúa en Nada te turbe. "Este espectáculo apareció como un llamado; en veinticinco años de trabajo no había recibido lo que este unipersonal me aportó. Fueron apareciendo los poemas y los poetas. El lenguaje hoy está muy bastardeado y desfigurado, entonces la poética lo coloca en un lugar más alto. Mi unipersonal es todo cantado porque había algo con la tonada cordobesa, y el canto me abrió otras alas, nace desde lo más profundo de mí y se vuelve a unir a la poética. Me cuidé mucho de que no fuera solemne: canto todo, rock, reggae. La gente está ávida de pagar una entrada para ver esto, por eso hoy estamos todos reunidos en esta cosa quijotesca."
La música como apoyo es otro de los elementos en común a todas las puestas. Para Fabiana Rey, se equipara al resto de los elementos a disposición de la puesta escénica, según afirma: "En mi caso particular está dentro de mí decir sí o no. Depende del concepto que vos elijas de ese poeta. Atahualpa lo quise poner como poeta por encima del cantante, con otros sí he utilizado música, una música que hilaba dramatúrgicamente".
"La mejor música para la poética es el silencio, yo hice un proyecto en el que prohibía aplaudir porque se perdía el trance. Ahora, en este caso de Violeta Parra, la música es imprescindible", opina Noy, sobre la necesidad de la música en el espectáculo.
Maja sí utiliza la música y explica que es un modo de darle forma a ese poema que quiere expresar.
Para Guitart, fue una necesidad trabajar con música. "Me contacté con Carolina Ison; ella está muy conectada con la obra de Alfonsina y compuso la música. Su música acompaña al poema y en otros momentos sirve de puente."
Afirman estar en luna de miel con esta propuesta, un camino de ida por la calle más fabulosa para ellos: la palabra de los poetas.
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